Al fin y al cabo, morder también es una forma de ataque y de defensa del gato es un estado natural. Y si el gato se encuentra en situaciones de miedo y acorrale, puede acabar mordiéndote.
Las señales de miedo del gato son muy evidentes, por lo que la solución es evitar lo que le provoca el ataque.
Estos mordiscos son de gatos a personas, pero también se pueden dar mordiscos entre gatos, especialmente entre aquellos que se acaban de conocer. Si estás pensando en traer otro gato a casa, es mejor que leas este procedimiento para presentar dos gatos y evitar problemas.
Si tu gato no coincide con alguna de las descripciones anteriores, es posible que tenga problemas de agresividad, consulta con especialistas para saber qué le puede estar ocurriendo. La agresividad puede ser algo puntual (por ejemplo, un cambio de casa) o por algo propio del gato, por lo que conviene analizar qué le está pasando para que muerda tanto.
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