¿Qué es el celo del gato? ¿La gata también tiene celo? ¿Cada cuánto? ¿Cuáles son los síntomas del celo de los gatos? ¡Descúbrelo aquí!
Los papás adoptivos de gatos nos solemos hacer este tipo de preguntas. En Cosas de Gatos os informamos de las respuestas que todo amante del gato debería conocer respecto al celo felino.
¿Qué es el celo y cuándo aparece en los gatos?
Existen muchos factores que condicionan a la aparición del deseo sexual del gato y de la gata: la raza, el peso, la salud, la presencia de otros gatos dentro de su territorio, la alimentación, etc.
Pero en general se dice que la maduración sexual del gato es muy temprana: el celo de la gata suele aparecer entre los 5-12 meses de edad y el gato macho suele tardar un poquito más en despertar sus instintos sexuales.
Las gatas, ¿cuándo están en celo?
Si bien los períodos de celo de los gatos macho y las gatas hembra también se ven influenciados por muchos otros factores, como la temperatura o las horas de luz, la gata suele tener el celo a flor de piel en períodos cercanos al calor.
La gata hembra busca reproducirse y, con ello, ofrecer a sus gatitos un lugar seguro y cálido; así que la temperatura será condicionante para que decida procrear.
Una gata doméstica puede tener más celos que una salvaje a causa de las propias condiciones de la casa (luz artificial, calefacción…).
En Europa, la gata doméstica suele entrar en período de celo en febrero, junio y octubre. Las gatas de raza, en febrero y junio. Aún así, no hay fechas exactas de celo aplicables a todas las gatas.
Los síntomas del celo de la gata hembra pueden ser: tener menos apetito, estar inquieta moviéndose de un sitio a otro, maullar para atraer a los gatos, y frotarse contra cosas o personas para ir dejando su marca.
Hay momentos álgidos en el celo de la gata, normalmente al tercer día, en los que acentúa más estos síntomas y se arquea cuando le acaricias la parte trasera, se lame patas y genitales, etc.
La gata en celo que no se aparea durante un largo tiempo puede llegar a tener trastornos hormonales, un celo permanente o un falso embarazo.
Cada gata es un mundo y su celo también puede ser muy peculiar.
La gata mayor de nuestra amiga Ana, Juno, tenía comportamientos muy extraños cuando estaba en celo. Y curiosamente el celo de la gata se incrementaba con la presencia en casa de ciertas personas (alguna vez me tocó a mí).
Juno estaba más mimosa de lo normal y exigía cariños desesperados, golpeaba cosas, saltaba contra el cristal de la ventana… Todo un espectáculo. Si yo hubiera sido gato, hubiera sucumbido al show de Juno sin lugar a dudas, porque se hacía notar a gran escala.
Y los gatos macho, ¿cuándo están en celo?
En realidad el gato macho está en celo permanente, no tiene períodos concretos de celo.
Los síntomas que suele presentar un gato macho en celo son básicamente: dejar muestras de pipí por la casa (el “pipí sexual” del gato tiene un fuerte olor que no es fácil de eliminar por mucho que limpies), maullar casi a gritos, lamerse genitales, restregarse contra objetos y personas, moverse de un lugar a otro…
El gato va dejando marcas de su deseo sexual en busca de que la hembra lo sienta, marca el territorio. Cuando el gato macho detecta que hay una gata “dispuesta” cerca, es capaz de todo por conseguirla, lo que conlleva peleas entre gatos macho.
Si el gato macho doméstico no tiene cerca a una gata en celo, puede intentar salir de la casa en busca de una hembra, con los peligros que eso conlleva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario